Patricia Alquinta cuenta incidente con Olga Zumarán: “Todo el mundo dice que es una dama, para mí, es una loca”

Patricia Alquinta, conocida por su extrovertida personalidad y su carrera como comediante, decidió romper su silencio y relatar un incómodo y sorprendente incidente con la actriz Olga Zumarán.

En una reciente aparición en el programa ‘Entrometidos’, Patricia compartió los detalles de lo sucedido, dejando entrever que no solo fue un episodio extraño, sino que también afectó su percepción sobre la actriz.

Todo ocurrió durante una fiesta en la que Alquinta se encontraba disfrutando de la velada sin imaginar que su noche se tornaría tan desconcertante.

La actriz Olga Zumarán, quien es ampliamente reconocida en el ámbito artístico, llegó al evento y, como si se tratara de una situación completamente normal, se acercó a Patricia, le dio un beso en la mejilla y le dijo un simple "hola".

Esta clase de interacción, aunque de por sí puede resultar algo común en ambientes sociales como las fiestas, dio paso a una acción totalmente inesperada. Luego de ese saludo aparentemente amigable, Zumarán se retiró unos pasos y se fue a una esquina del lugar.

Sin embargo, pocos momentos después, la actriz regresó hacia Patricia con una actitud completamente diferente. De manera abrupta y con un gesto que desconcertó profundamente a la excomediante, Olga Zumarán la tomó de la nuca, bajó su cabeza y, antes de darle tiempo a reaccionar, la subió nuevamente hacia arriba.

En ese preciso instante, la actriz le dijo con firmeza: "No te tenía que saludar", antes de alejarse y desaparecer nuevamente en la multitud. La sorpresa de Patricia fue tan grande que, en ese momento, no supo cómo reaccionar ante tal conducta.

A pesar de haber intentado procesar lo sucedido, la situación le dejó una fuerte impresión y, en un principio, no se atrevió a identificar públicamente a la persona responsable de tal agresión.

El relato de Patricia Alquinta continuó y fue aquí cuando, con algo de reticencia pero también con cierta claridad, reveló que la actriz que la había agredido era, en efecto, Olga Zumarán.

Al principio, Patricia se mostró reservada sobre la identidad de la mujer involucrada, pero luego de reflexionar sobre lo acontecido, decidió compartir con sus seguidores el nombre de la actriz que, según ella, había protagonizado un comportamiento absolutamente inapropiado e inexplicable.

A partir de ese momento, la excomediante no pudo ocultar su desagrado hacia Zumarán, ya que consideró que la actitud de la actriz no solo fue sorprendente, sino que también fue innecesariamente agresiva y fuera de lugar.

Aunque en el ámbito público muchas personas veneran a Zumarán, considerándola una figura respetable y de mucha elegancia, Patricia no dudó en expresar que, a su juicio, lo que ocurrió esa noche no tiene nada que ver con el comportamiento de una "dama".

En sus propias palabras, ella consideró a Olga Zumarán "una loca", asegurando que, más allá de la admiración que otros pudieran sentir hacia ella, no encontraba ninguna justificación para lo sucedido.

Además, dejó claro que no la conocía personalmente, por lo que la situación fue aún más desconcertante para ella.

El altercado, que tuvo lugar el pasado 11 de enero de este año, marcó un antes y un después en la forma en que Patricia Alquinta ve a algunas personas dentro del mundo artístico.

A pesar de la corta duración del incidente, el impacto emocional fue significativo, y la excomediante insistió en que nunca había experimentado algo similar antes.

En este contexto, Patricia no solo cuestionó el comportamiento de Zumarán, sino que también dejó en claro que no estaba dispuesta a dejar pasar este tipo de actitudes sin expresar su desacuerdo.

Incluso reafirmó varias veces que, en el futuro, preferiría evitar cualquier tipo de interacción con Olga Zumarán, indicando que no quería que "se le cruzara" de nuevo en su camino.

La revelación de este suceso ha generado una amplia variedad de reacciones en los medios y en las redes sociales, donde algunos seguidores de Patricia la han apoyado por compartir su experiencia y por no quedarse callada frente a lo que consideró una agresión.

Otros, sin embargo, se han mostrado sorprendidos por el relato, ya que muchos consideran que Olga Zumarán ha sido siempre una figura respetada dentro del entretenimiento.

En cualquier caso, lo que quedó claro es que este tipo de conflictos y altercados, aunque no tan comunes, pueden suceder en cualquier círculo social, incluso entre personas que, aparentemente, comparten el mismo ámbito profesional.

Patricia, por su parte, parece haber hecho un llamado a la reflexión sobre cómo las figuras públicas deben manejarse en sus relaciones con otras personas, destacando que el respeto mutuo debe prevalecer en todo tipo de interacción.

De igual manera, dejó en evidencia que la percepción que se tiene sobre una persona no siempre refleja la realidad de sus comportamientos en situaciones privadas.

Alquilla reafirmó su postura de que no tiene miedo a señalar lo que considera injusto o inapropiado, aunque provenga de alguien reconocido como Olga Zumarán, y su mensaje subraya la importancia de la honestidad y la integridad, sin importar el estatus o la fama de quien sea.

Este altercado entre dos figuras públicas ha abierto un debate sobre los límites del comportamiento aceptable, incluso en entornos sociales que podrían parecer informales o amistosos.

La historia de Patricia Alquinta no solo ha sido una sorpresa para quienes la siguen, sino también para aquellos que han visto a Olga Zumarán bajo una luz completamente diferente.

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