¿Qué valla elegir para el jardín?

Al preguntarnos qué vallado elegir para un jardín, decimos que la respuesta es aparentemente sencilla. Sin embargo, la estructura futura es importante para que perdure en el tiempo, para que coincida con sus necesidades y la arquitectura de su propiedad.

Ante las numerosas soluciones disponibles actualmente en el mercado, a continuación se desglosan cada una de las soluciones a tener en cuenta para cercar su jardín.

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la cerca de madera

Las cercas de madera son recintos de campo muy populares y de uso frecuente. Por lo tanto, los fabricantes ofrecen una gama muy amplia de opciones en el mercado.

El pino o el abeto son preferibles porque tienen especies de madera relativamente blandas, lo que hace que escalar la cerca sea mucho más fácil.

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Las maderas duras (y al mismo tiempo más duraderas) como el roble, la haya y la acacia se utilizan más para los postes de las cercas.

La ventaja de un Valla de palets o listones de madera es que mantengas un contexto natural en tu jardín.

Por otro lado, requiere una protección sólida y comprobada contra la humedad para perdurar en el tiempo. Si no quieres pintarlo, excelentes barnices fungicidas permiten mantener un buen marco de madera.

la valla de piedra

En comparación con la madera, la piedra se caracteriza por un grado de durabilidad mucho mayor. Como resultado, esto tiene un impacto directo en el precio, con un núcleo de materias primas y mano de obra superior.

La ventaja es que las cercas de piedra no requieren costos adicionales asociados con su protección contra la influencia de, por ejemplo, las condiciones climáticas. La dureza de las piedras utilizadas es importante en el contexto de la durabilidad de una cerca.

Los artesanos que fabrican cercas de piedra generalmente se abastecen de minerales de construcción locales para encontrar basalto, granito, cuarcita o pórfido. Las calizas y areniscas menos resistentes también son adecuadas, pero más para realizar acabados de taludes.

la valla de ladrillo

Las vallas de ladrillo son una propuesta para las personas que valoran la privacidad y quieren aislarse del entorno que les rodea.

Tanto la ventaja como la desventaja de esta elección es que una cerca de ladrillo calienta rápidamente una pequeña área del jardín y, al liberar calor, contribuye a aumentar la temperatura en una pequeña área, incluso en unos pocos grados. Por otro lado, su robustez es innegable en cualquier clima, ya sea helada, nieve, lluvia o tormentas.

la valla de cobertura

Al igual que la valla de madera, un cerramiento de terreno cubierto es un activo más que natural si se quiere preservar un entorno verde.

Se adapta perfectamente a su jardín y, a medida que envejece, las ramas forman una barrera difícil de cruzar para personas no invitadas, reducen la contaminación y también reducen el nivel de ruido del ambiente exterior.

Además, los animales pequeños pueden esconderse allí. Por otro lado, si decide plantar un seto, considere podarlo y cuidarlo.

la valla de malla

Esta es la alternativa más económica a la valla de un jardín, sin embargo es muy provechosa, ya que la tela se elabora a partir de posts de hormigón que crean aberturas de calidad.

El provecho de elegir esta clase de cerco es que se puede realizar la entrega de vigas enteras, lista para utilizar, de aluminio o acero, fijadas sobre columnas de piedra o construidas en serie. Otro gran complemento son los paneles de la cerca, que normalmente se conforman de alambre de acero.